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Scene Familiari Campestri, relatos tanos en selva misionera

relatos - Santa Ana

Desde la Lombardía arribó a la tierra colorada Benito Zamboni, en el 1900. Se quedó en Santa Ana, cerca de la actual capital de Misiones. Allí se casó, tuvo 12 hijos y muchos amigos paisanos. Él escribía regularmente en “L’Italia del popolo”. Un diario italiano que se imprimía en Buenos Aires. Lo hacía a cambio de que se lo mandaran gratuitamente a su casa. Relatos a cambio de datos. No es mal negocio, sobre todo considerando que vivía en la espesura del monte.

En palabras de un colaborador

Juan Carlos di Benedetto, profesor de italiano y apasionado por la cultura de su sangre, será nuestro nuevo colaborador en itMisiones.it. Tenemos el gusto de poder presentar periódicamente sus contribuciones, a este nuestro incipiente y pujante (modestia aparte) diario ítalo-misionero.
En esta oportunidad di Benedetto nos contará algunos capítulos dentro del libro “Scene Familiari Campestri. Donde quedaron recopilados todos los relatos que Benito Zamboni mandaba a L’Italia del Popolo. Allí contaba la experiencia de vivir en Misiones hace 120 años.

Portada del libro de Benito Zamboni.
Autor: María Chiara Forni

“En los primeros años del siglo XX , aproximadamente el 1917, aparecía en Buenos Aires con cierta periodicidad un giornale italiano. Tenía raíz ideológica mazziniana (Giuseppe Mazzini 1805-1872. Patriota, político, filósofo, y periodista italiano propulsor de las ideas republicanas y la unidad nacional), denominado L’Italia del Popolo. Que fue bautizado graciosa y afectuosamente por los lectores adeptos como L’Italietta. Generalmente esos lectores, eran italianos residentes en Argentina. Migrantes que se establecieron en distintas geografías de nuestro territorio nacional”, así comienza explicando Juan Carlos di Benedetto, nuestro colaborador.

Relatos de un poblador de estas tierras en los albores del XX

“Según los editores de L’Italietta, Benito Zamboni, era un hombre simple y bueno. Que describía con espontánea sencillez las experiencias de su vida, su familia y de sus connacionales. En un ambiente extraño, natural, virgen y hostil, para la época. Pero lleno de prometedoras esperanzas. Usaba el seudónimo L’Ortolano (el horticultor) aunque sus actividades eran muy variadas. En un ambiente rural selvático daban lugar a numerosas narraciones, muy pintorescas, sobre la vida cotidiana en esos parajes”, en palabras de di Benedetto.

Autora: María Chiara Forni.

Y continúa, refiriéndose a Zamboni dice “en uno de sus primeros escritos publicados, en setiembre de 1917, habla de la agricultura en Misiones. De agricultura en Misiones, no se puede hablar en el sentido tradicional, ya que no hay grandes colonias productoras. En verdad solo dos pueden considerarse tales: Apóstoles y Azara. Constituidas sólo de polacos, buenos, trabajadores. Se ocupan sobre todo del cultivo del maíz, mandioca y de la cría de pollos; que llevan al mercado de Posadas en característicos carros, en filas interminables”.

Asentamientos inmigrantes en Misiones

Continúa nuestro colaborador di Benedetto, exponiendo una cita del libro Scene Familiari Campestri de Zamboni. “En picada San Javier, vecina a Bompland, hay instaladas una docena de familias italianas y una mezcla de todas las poblaciones de Europa. Con predominio del norte, venidas casi todas con sus familias del vecino Brasil. Es el centro principal de la producción de tabaco en el territorio, producción que otorga un relativo bienestar a esas familias. La colonia Santa Ana es la más antigua, pero la menos cultivada. Porque la mayor parte de las tierras está en manos de especuladores que las retienen improductivas. En San Ignacio hay poquísimos colonos y la tierra es casi toda propiedad de tres empresas colosales, que ocupan cerca de 500 personas, con salarios bastante aceptables, que se dedican al cultivo de la yerba mate“.

Autora: María Chiara Forni

La otra cara de los relatos

Di Benedetto habla del relato de Zamboni, que continúa así, después de Corpus hay todavía 20.000km todo cubierto de foresta virgen. En toda esta superficie no hay más que una escuelita y una comisaría en San Pedro. Se calcula que habitan cerca de 15 mil personas. Son los llamados yerbateros y obrajeros, sujetos a una situación de vida poco menos que inhumana. Viven casi como animales, se nutren sólo con poroto y maíz. Duermen en el suelo y usan como techo hojas de palmera, casi siempre subordinados a las órdenes de un capataz que dirige las tareas de recolección. No les es posible abandonar el territorio, no pueden fugarse. Y aquellos audaces que lo intentan, generalmente mueren por hambre, exhaustos de caminar jornadas enteras entre árboles espinosos, lianas de toda especie, en medio de los peligros de la foresta interminable.

Autora: Carolina Ocar

Nuestro colaborador finaliza diciendo, “crudos relatos de una realidad de aquellos tiempos, en un territorio virgen, difícil, casi inexplorado. En el cual se aventuraron con audacia, trabajo duro y esfuerzos incalculables muchas familias de inmigrantes italianos en busca de un futuro mejor”.

Scene Familiari Campestri, relatos tanos en selva misionera ultima modifica: 2020-12-30T07:00:00-03:00 da Maria Chiara Forni

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