Jorge Luis Borges fue uno de los escritores más grandes de la literatura en lengua castellana. También, fue uno de los analistas más brillantes de las literaturas inglesa y alemana. De la primera fue profesor en la Universidad de Buenos Aires y es al día de hoy que tanto los estudiantes de Letras como de Filología Inglesa es un autor imprescindible. Por él, además, todos los 24 de agosto se celebra en Argentina el Día del Lector. Sin embargo, sus contribuciones van más allá de una simple fecha.
A lo largo de su actividad, Borges influenció la obra de muchos escritores de distintas partes del mundo. Sus obras también fueron inspiradoras de otras expresiones artísticas tales como el cine, la pintura, la arquitectura y el paisajismo. Una de las principales temáticas borgeanas fueron los laberintos. Ellos, simbólicamente, representaban el mundo interno y externo de los hombres, su vida, su muerte y su conciencia. Con base en esa temática, es que tanto en Argentina como en Italia surgieron obras de arte que trascendieron la mera literatura y se transformaron en verdadero patrimonio cultural. Veamos cuáles son.
El Laberinto de Borges, un monumento viviente al escritor
En el corazón de la provincia de Mendoza, más precisamente en San Rafael, se encuentra el Laberinto de Borges. San Rafael fue durante el siglo pasado cuna de escritores de la talla de Abelardo Arias y Alfredo Bufano. Sin embargo, uno de los principales atractivos para los amantes de la literatura es el Laberinto de Borges diseñado por Randoll Coate. Coate también era diplomático y cuando vivió en Argentina conoció a Borges a través de la escritora Susana Bombal, íntima amiga de ambos. Cuando Borges murió, Coate le envió a Susana una carta diciéndole que tenía el homenaje ideal para él: un laberinto. En 1991, uno de los sobrinos de Susana encontró la carta y decidió por fin, materializarlo. La construcción comenzó después de 1999 y terminó en 2003.
Italia también tiene su laberinto y un Borges en “El Nombre de la Rosa“
Sí, así como escuchaste. El personaje de Jorge de Burgos, el librero ciego de “El Nombre de la Rosa“ de Umberto Eco está inspirado en Borges. Pero eso no es todo, Italia también tiene su laberinto en honor a Borges. Casi 10 años después de que se construyera el laberinto argentino y cuando estaban por cumplirse 25 años de la muerte de Borges, se plantó en Venecia. La impulsora de este proyecto fue la Fundación Giorgio Cini, una de las principales difusoras culturales de la ciudad. Al igual que en San Rafael, el laberinto italiano se inspiró en el diseño hecho por Randoll Coate. Este homenaje a Borges se encuentra en el Monasterio de San Giorgio Maggiore, en la isla del mismo nombre. El laberinto veneciano forma parte de uno de los jardines más bellos, y por ende más visitados, de toda Italia.
Los laberintos en la pintura, el caso de Zdravko Ducmelic
A lo largo de su vida, Jorge Luis Borges entabló lazos de amistad con personalidades de gran renombre y enorme talento. Una de las relaciones más sólidas de amistad y admiración mutua fue la que tuvo con el pintor croata nacionalizado argentino Zdravko Ducmelic. Fue esa mutua admiración entre ambos hombres la que propició de Ducmelic ilustrara elementos cruciales de la obra de Borges. Este último siempre manifestó cómo Ducmelic supo capturar a la perfección la idea que él proponía sobre un laberinto a través de las letras. Circula aún hoy una edición numerada de tres cuentos de Borges, La Casa de Asterión, Las Ruinas Circulares y el Inmortal, que combinada con pinturas de Ducmelic forman una producción digna de atesorar por cualquiera que aprecie a ambos artistas. Ducmelic, además, homenajeó al escritor con un libro de dibujos cuyo prólogo está escrito por Ernesto Sabato, otro gran amigo de Borges.
Imagen de portada: El Laberinto de Borges “Laberinto Borges 22” by Modes26 is licensed under CC BY-SA 4.0.
