Cada 20 de junio se conmemora el Día de la Bandera en la República Argentina, en honor al fallecimiento de Manuel Belgrano. No obstante, el prócer también fue clave en la propulsión de derechos y libertades para los habitantes de nuestro territorio. Belgrano tuvo una destacada carrera militar, además de ser abogado, periodista, político y diplomático. Hijo y nieto de inmigrantes italianos, constituye hoy una figura memorable para la edificación de nuestro país.
Primeros años de Belgrano
La figura de Belgrano fue ampliamente estudiada. Por lo cual, existen numerosas biografías que enfocan diferentes aspectos de su vida pública y privada. A partir de ellas, sabemos que llegó al mundo el 3 de junio de 1770. En el seno de una familia integrada por un comerciante italiano afincado en Buenos Aires y la santiagueña María Josefa González Casero.
En cuanto a su educación, cursó sus primeros estudios en el Real Colegio de San Carlos. Más tarde, entre los años 1786 y 1793 estudió Derecho en Salamanca y Valladolid. A través de esta formación logró el título de Bachiller en Leyes, dedicando específica atención a la economía política.
También realizó su pasantía de abogado para obtener el título de Licenciado. Por el éxito de esta, obtuvo del papa Pío VI autorización para leer toda clase de literatura prohibida. Acercándose a autores como Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau y Filangieri. En este contexto, siguió las noticias de la Revolución Francesa lo que instaló en él un ideal revolucionario.
Carrera militar y acciones en la Revolución de Mayo
De nuevo en Buenos Aires, fue elegido como capitán de las milicias urbanas en 1797 por el virrey Pedro de Melo. En ese entonces trabajaba en el Consulado y, en realidad, no tenía interés en desarrollar una carrera militar. Sin embargo, unos años más adelante (en abril de 1810) renunció a su cargo y fue uno de los principales impulsores de la insurrección que se transformó en la Revolución de Mayo.
Desde ese rol, la Primera Junta lo nombró encargado de la expedición militar a la provincia del Paraguay. Posteriormente, en 1811, se puso al frente del ejército que tenía como propósito sitiar Montevideo. Dicha ciudad estaba aún bajo el poder de los españoles.
En 1812, tras flamear por primera vez el emblema nacional, es nombrado jefe del Ejército del Norte. Allí se hizo cargo de la Posta de Yatasto, ejército derrotado del cual quedaban 1500 hombres. En este rol sirvió hasta 1814, cuando tuvo que partir enfermo a Buenos Aires, dejando el cargo a San Martín.
A sus labores militares regresó en 1816, aunque no pudo organizar una cuarta expedición al Alto Perú como estaba entre sus propósitos. Continuó ideando y liderando campañas, una de las más relevantes fue hacia la evolución federal de Santiago del Estero, hasta 1819. Para ese entonces ya estaba debilitado por la hidropesía, enfermedad que lo llevó a la muerte el 20 de junio de 1820.
Belgrano en Misiones
Con anterioridad a la expedición a Paraguay, Belgrano radicó en Misiones entre noviembre de 1810 hasta abril de 1811. Su objetivo, además de un paso para su campaña, fue informar a los pueblos lo sucedido en el Cabildo y llevar esos ideales hacia Paraguay. Su recorrido se da a través de Entre Ríos y Corrientes. Posteriormente, arribaron a la provincia. Tras cruzar el arroyo Garupá, se instala en Candelaria.
La selección de Candelaria se debió a que esta tenía la distribución necesaria para contener a las tropas. Desde allí, comenzó a idear su estrategia para invadir Paraguay. Actualmente, el paso de Belgrano por Candelaria es un suceso relevante en las celebraciones patrias del pueblo. Antes de la pandemia, el acto oficial misionero del 20 de junio se realizaba en Candelaria.
Está presente también en el nombramiento de dos instituciones escolares: Escuela N° 8 “General Manuel Belgrano” (data de 1888) y Escuela N° 698 “Sarandí Histórico” (fundada en 1987). Esta última lleva el nombre del árbol donde se cree descansó el general.
El reglamento para los pueblos misioneros
Además, desde su campamento de Tacuarí, Belgrano redacta el reglamento para los pueblos misioneros. En el cual organiza institucionalmente a la provincia. Entre sus preceptos se destaca la igualdad de derechos que otorga a los guaraníes respecto a los criollos y españoles.
Asimismo, reorganiza los cabildos en los pueblos y establece un sistema educativo. No obstante, las derrotas en Paraguay culminan en el no tratamiento de su Reglamento. Ya que, este se debía discutir en cada cabildo misionero y ser avalado para su práctica. Esto no quita su relevancia histórica, ya que fue uno de los primeros ensayos constitucionales.
Belgrano fue uno de los hombres predispuestos a trabajar por la conformación de la patria. Para ello, estaba consciente que debía promover el sentimiento de nación, indispensable para declararse independiente de cualquier dominio extranjero. Además de respetar la igualdad de los pueblos y otorgar un mayor alcance a la educación.
