La familia Bárbaro contada por uno de sus descendientes

Los Bárbaro tienen orígenes italianos pero están en casi toda la provincia, hasta cruzaron la frontera y también se quedaron en Brasil. Son una familia sumamente numerosa, su labor en Misiones es reconocido y recordado. Marcos Ramírez Bárbaro dialogó con itMisiones y contó sus recuerdos y vivencias en esta familia.

Desde el Véneto

“La familia Bárbaro es original de la región del Véneto, del norte de Italia, la zona de Venezia y alrededores. Incluso hay una ‘Villa Bárbaro’ que existe hasta el día de hoy en ese lugar, se construyó en el año 1300 más o menos. Ahora eso es un parque, tiene un palacio muy grande de esa época. Lo construyeron algunos de nuestros antepasados que eran nobles y ahora quedó como un sitio histórico, se puede visitar, yo lo vi por Google Maps, es muy grande y fastuoso”, así comenzó el relato de Marcos sobre los recuerdos de su familia. Las historias que se heredan de generación en generación son cruciales para conocer los orígenes del árbol genealógico al que uno pertenece.

“A principios del 1900 llegaron los primeros Bárbaro a América, la historia cuenta que Ernesto y Aurelio Bárbaro fueron los primeros en arribar. Yo soy descendiente de Ernesto, él es mi tatarabuelo. Entraron por Brasil y vivieron muchos años en Rio Grande do Sul, en Bento Gonçalves, ciudad que todavía existe, está a 500 kilómetros de Posadas”, ese fue el lugar donde los Bárbaro, según cuenta Marcos, echaron raíces. En ese lugar nació Alejandro, el bis abuelo de nuestro entrevistado. “En ese lugar había una colonia italiana, muchos tanos se quedaron y ahora hay descendientes. Tengo entendido que es el lugar de mayor producción vitivinícola de Brasil, tienen muchos viñedos por la migración italiana” añade Ramírez Bárbaro.

Los Bárbaro en la tierra colorada

Sin embargo, luego de recorrer la tierras del país vecino, los Bárbaro se instalaron en Misiones porque, de acuerdo con Marcos “no se habían adaptado bien en esa zona”. Es así que “pasaron la frontera y se quedaron en Bompland y en 1925 nació Octavio Bárbaro, mi nonno. Todavía ni existía Oberá, era Colonia Yerbal Viejo y los Bárbaro participaron en la fundación lo que después fue la capital del monte“. Es así que esta familia se constituye como protagonista y participante de la historia fundacional de Oberá.
Marcos Ramírez Bárbaro añadió: “la historia dice que San Antonio es el patrono de Oberá porque mi tatarabuelo con su esposa, Judetta Cocco, pasaron por Padua en Italia y se encomendaron a este santo para que los proteja. Como eran muy devotos, en 1926 lo propusieron como patrono. Y la primera misa de Oberá se hizo en la casa de ellos, el altar todavía está en la casa de una tía. Era una mesa de madera pero ofició de altar en esa primera misa”, así la capital del monte lleva la huella de fe de esta familia.

En la foto de portada de esta nota se ve el acto fundacional de la ciudad de Oberá el 9 de julio de 1928, y allí presentes están Ernesto y Judetta, tatarabuelos de Marcos. “La casa original tiene por lo menos 100 años y está todavía, cuidada por una prima de mi mamá, con todo lo que se usaba en la época, casi como un museo”, comentó Ramírez Bárbaro. “La familia siempre se dedicó a la producción yerbatera y de té“, remarcó nuestro entrevistado.

Italianos en el monte

“Cuando los dos hermanos Bárbaro llegaron a Misiones, dormían sobre los árboles. Porque era todo monte, y tenían que hacerlo por todos los animales que había en el suelo; rugidos y demás, era todo muy salvaje. Las primeras casas eran unas tarimas arriba de los árboles, como tenían sus hijos que eran chicos cualquiera podía ser víctima de cualquier cosa, desde víboras, arañas, tigres”, recordaba Marcos las historias que fue heredando de sus antepasados. Y sobre esa misma línea añadió: “Mi nonno me contaba que era muy inhóspito. Él tiene todavía en la chacra la sierras con los que cortaban los árboles. Con eso fueron abriendo el monte. Si bien se ayudan entre las familias y algunos vecinos, el ambiente era muy agreste”.

“Fue una familia muy numerosa, todos tuvieron muchos hijos. Yo no los conozco a todos” reconoció Marcos. Y finalizó diciendo: “en el 1980 se juntaron todos los Bárbaro en Guaraní, en la casa de una tía de mi nonno, donde estaba el altar. Se reunieron e hicieron el árbol genealógico. Mi mamá fue pero yo no había nacido, eran 800 personas. Vinieron de toda la provincia, de Brasil también, Entre Ríos, Buenos Aires”.