En la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la U.Na.M tuvo lugar la conferencia denominada como el título de esta nota “Santero y arte sacro: el hueso humano esculpido”. En ella, como ya se deja entrever, el Doctor en Antropología Social, César Iván Bondar indagó en el valor talismánico del hueso humano y su relación con el culto de San La Muerte. Asimismo, puso en conversación distintas creencias presentes en el seno de nuestra región. Aportando un valioso conocimiento sobre la representación mágico- religiosa del Nordeste de nuestro país y sur de Paraguay.
La imaginación religiosa de nuestra región
En las instalaciones del anexo Colón de la FHyCS, el Dr. César Iván Bondar presentó un interesante fragmento de sus investigaciones. El mismo, enmarcado en los proyectos del Instituto de Estudios Sociales y Humanos (CONICET-UNaM). Aproximadamente a las siete de la tarde la Secretaría de Extensión dio la bienvenida a todos los presentes, con un público sumamente heterogéneo, compuesto por docentes de la casa, estudiantes, público general y personas del culto a San La Muerte.
A continuación, Bondar explicó que tuvo la iniciativa de compartir parte de la imaginación religiosa de nuestra zona y la representación material de las mismas. Por ende, el fin puntal es mostrar las representaciones de San La Muerte con investigadores y practicantes. El ambiente también invita a convivir entre estas creencias; ya que, en el centro del salón reposa un altar a San La Muerte con talla de hueso humano.
Antes de ahondar profundamente en el tema, María Eugenia, estudiante de Antropología, y el profesor Elías de Olivera compartieron un chamamé bailado. La letra del mismo aludía, también, al culto. A través de las siguientes palabras “15 de agosto, día de la suerte…” refiere la canción al día específico en el cual se celebra a este santo.
Santero y arte sacro: El hueso como talismán
La santería despierta interés hace mucho tiempo y, entre estas prácticas, el hueso tiene uso talismán. “El hueso del angelito y la santería del norte están estrechamente vinculados. En ellas, el fragmento del niño fallecido tiene valor como amuleto. Puesto que, al ser un infante fallecido a corta edad, el mismo es liberado del pecado. Por lo cual, según el dogma presentado, indica que regresa al cielo y puede ver a Dios. Entonces, tras la muerte de un integrante menor de una familia, se desencadenan una serie de prácticas y ellos tienen un ‘protector en el cielo’”, aludió Bondar.
Además, añadió: “El santero aparece en la literatura, las canciones y el personaje propiamente dicho. En las diferentes representaciones los atributos esenciales varían según la forma de su objeto y quién sea el portador”. También cita a González Torres para describir que “los santeros se tallan con corta plumas o cuchillos desgastados, y son pequeños. Están asociados a la imaginería y la expresión artística”.
Los primeros santeros se encuentran entre 1970 y 80. No obstante, el arte sacro popular ingresa en un campo de luchas entre lo sagrado y lo pagano. De esta forma, creencias, arte e imagen forman un arco de significaciones entre tiempo y espacio. Puesto que, el uso del hueso en lo sagrado aparece en textos antiguos: mitos cosmogónicos y en la Biblia. En el último caso, forma parte de una de las religiones más extendidas, ya que, en el texto religioso Dios toma las costillas de Adán y crea a la mujer.
La figura de San La Muerte
Entre Misiones, Corrientes y el sur del Paraguay tanto San La Muerte como el angelito actúan de protectores y mediadores de sus creyentes. El santo tiene cultos recurrentes como altares públicos y privados. “El mismo se lleva como amuleto debajo de la ropa o tatuado. Cuya imagen, sin importar su denominación, es un esqueleto”. Además de esto, el Dr. indica las fechas de celebración entre el 13 y 20 de agosto.
“El poseer al San La Muerte otorga la posibilidad de sanar y curar a los devotos. Su poder se ve incrementado al ser tallado en el hueso de un angelito, ya sea su clavícula o cabeza. Por lo cual, en los velorios hay que tener cuidado que personas de mala vida no corten el dedo meñique del niño fallecido porque es muy poderoso”, continúa el investigador. Con respecto a estas reliquias hay que tener en cuenta que muchas de ellas poseen una extensa hagiografía. Pues, hay procesos de inmigración de las imágenes y herencia familiar.
Por último, se refiere a la incrustación. Este proceso implica realizar una incisión y meter el amuleto debajo de la piel. A causa de que, este hueso santo se rehidrata al ingresar en un nuevo cuerpo. Los seguidores se realizan entre siete y nueve incrustaciones, porque estos representan números poderosos y mágicos.
Interexistencias o una continuación a “Santero y arte sacro”.
Actualmente, el equipo de UNaM trasmedia está realizando un documental basado en estas investigaciones. Próximo a ser estrenado, mostrará, entre otras cosas, imágenes de la capilla en Garupá, Misiones. Estas producciones multimediales permiten, a los investigadores y/u otros interesados, ser parte de manera interactiva de creencias que conviven en nuestros mismos espacios. Enriqueciendo las perspectivas culturales sobre cuestiones tan amplias como la imaginación religiosa, la vida y la muerte.
