El 17 de agosto de 1850, en Boulogne-sur-Mer, el general José Francisco de San Martín y Matorras pasó a la inmortalidad de forma sencilla y austera. Siguiendo los mismos preceptos que tuvo en vida. Lejos de su patria, dejó un legado que sobrevive a través de la actual soberanía de los países latinoamericanos. Por ende, en Argentina, constituye una fecha patria fundamental para la identidad nacional.
Primeros años y carrera militar de José de San Martín
Los padres de José de San Martín fueron Juan, nacido en Palencia (antiguo Reino de León, España), quien ejercía como teniente gobernador del departamento; y Gregoria Matorras, también española, casada por poderes con el teniente. En 1775, la familia fue destinada a Yapeyú. En ese entonces, ya habían recibido a sus tres hijos mayores.
El 25 de febrero de 1778, nació José Francisco en Yapeyú. Este lugar era una ex misión jesuítica del Virreinato del Río de la Plata. En la actualidad, situada en la provincia de Corrientes. Pero, el viaje de su familia no culminaba allí, en 1781 se trasladaron de Yapeyú a Buenos Aires. Luego regresaron a España, pues su padre había sido destinado a Málaga.
En Europa, fue parte del Regimiento Murcia desde los once años, iniciando su carrera militar en la clase cadete. En pocos años fue obteniendo diferentes reconocimientos por su labor, la primera campaña fue en el norte de África combatiendo a los moros en Melilla y Orán. Y en 1793 fue ascendido a subteniente 2º por sus combates en los Pirineos. Posteriormente, en 1794, alcanzó el grado de subteniente y para 1804 ya era capitán.
Retorno al Río de la Plata y reconocimiento del Triunvirato
En 1810 ocurrió la Revolución de Mayo; por lo cual, el virrey fue destituido de su cargo y apareció otra forma de gobierno llamada “Primera Junta”. Este proceso independentista generó interés en los militares sudamericanos como José de San Martín. Por lo cual, renunció a su carrera militar en España y pidió permiso a sus superiores para viajar a Inglaterra.
Dos años después, embarcó desde Londres en la fragata británica George Canning. La misma llegó en marzo al puerto de Buenos Aires. Poco tiempo pasó hasta que el Primer Triunvirato aceptara la propuesta de San Martín de crear un cuerpo de caballería, el Regimiento de Granaderos a Caballo, para custodiar las costas del río Paraná. También fue partícipe del derrocamiento este Primer Triunvirato y apoyar la creación de un Segundo Triunvirato, en favor de la independencia en la región.
Tras algunas victorias militares, como el Combate de San Lorenzo, y después de ejercer como comandante del Ejército del Norte; San Martín presionó en 1916 a los diputados cuyanos en el Congreso de Tucumán. El objetivo era declarar la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica. Esto se logró el 9 de julio de ese mismo año.
José de San Martín en la Independencia de Chile y Perú
En 1817 el Ejército de los Andes cruzó la frontera en dirección a Chile para continuar con la expedición libertadora. El 12 de febrero tuvo lugar la batalla de Chacabuco; en la cual, obtuvieron la victoria sobre los realistas. A pesar de que un cabildo abierto propuso a San Martín como director general de la naciente República, este rechazó el puesto avalando a O’Higgins. No obstante, el triunfo definitivo se dio a partir de la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818. En esta ocasión, O’Higgins llamó a San Martín “Salvador de Chile”.
Luego de la emancipación chilena, José Francisco regresó a Buenos Aires para recolectar fondos y apoyo para su expedición a Perú. Esta seguía el mismo objetivo de la anterior. Empero, debido a conflictos internos, recién partió el 20 de agosto de 1820 desde Valparaíso, con el apoyo de Chile. Al desembarcar, su ejército hizo retroceder a los realistas y en 1821 se sublevaron altos oficiales contra el virrey Pezuela. Por lo cual, San Martín ocupó Lima y llamó a un cabildo abierto el 15 de julio de 1821.
Trece días después, en la Plaza de Armas de Lima, se declaró la Independencia del Perú y San Martín fue nombrado Protector del Perú (con jurisdicción civil y militar). Ente sus acciones principales fundó la Biblioteca Nacional del Perú, la Sociedad Patriótica, permitió la libertad de comercio y expresión; pero se opuso rotundamente a otra religión además de la católica.
Retiro y últimos años
Una vez alcanzados sus ideales militares, San Martín pidió permiso para regresar a Buenos Aires; puesto que, su esposa Remedios de Escalada se encontraba muy enferma. Sin embargo, le recalcaron el peligro de esta acción ya que algunos lo consideraban conspirador y traidor. Cuando arribó a la ciudad, su compañera había fallecido. Entonces, partió a Francia con su única hija, Mercedes. Aunque intentó volver a su patria, la guerra civil entre unitarios y federales lo impidió.
San Martín falleció a los 72 años, dejando a su hija como única heredera. “Seamos libres y lo demás no importa nada” constituye una de sus frases más recordadas, quizás la que sintetiza su anhelo de países soberanos y libres sobre todas las cosas.
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