El 2020 estuvo marcado por una serie de acontecimientos de toda índole. Por eso, este fin de año es un momento que además de compartir con los seres queridos, nos servirá para reflexionar sobre lo que ocurrió durante este período. Como así también para pensar en las metas que pueden concretarse a futuro. En Misiones, como en el mundo, muchas familias comparten ciertas tradiciones con el objetivo de recibir con el “pie derecho” los años nuevos.
Uno de los mayores deseos de fin de año
Renovar o reafirmar metas y objetivos. Además de pedir por la salud de familiares; algunos piensan en seguir manteniendo el empleo o conseguir uno. Con un año como el que tuvimos, el deseo de encontrar una oportunidad laboral se acrecienta aún más en estas fechas. También para aquellos que se recibieron de sus respectivas carreras; es uno de los deseos que está en la lista.
Para eso existe una creencia que consiste en encender una vela azul. Según se cree, la misma ayuda a concretar el empleo tan anhelado. Otra práctica llevada a cabo por algunos misioneros es tener tres hojas de laurel la noche del 31 y deberán ser quemadas al día siguiente. Quemar las hojas de laurel se considera una forma de conseguir el trabajo buscado.
Una tradición italiana común en Misiones
Cuando de economía se trata, los italianos tienen la tradición de comer lentejas a medianoche en cada 31 de diciembre. Según la creencia popular, simboliza la prosperidad y la abundancia. Ya que las lentejas son similares a las monedas de oro. Algunas familias descendientes de italianos siguen repitiendo la tradición en nuestra provincia sirviendo en sus mesas un plato de lentejas. Se dice que esta tradición proviene de la Antigua Roma; donde los romanos obsequiaban lentejas a los ciudadanos para conmemorar el año entrante y así atraer el dinero.
También ligada a esta tradición, hay otra muy conocida por misioneros e italianos. Se trata de la ingesta de doce uvas que representan cada mes del nuevo entrante. Así, a las doce en punto se consumen las uvas para tener un año próspero y “dulce” en el sentido económico.
La moda y los colores en la cena familiar
La cena de fin de año es un momento para reencontrarse, renovar propósitos y estrenar ropa nueva. Pero acá hay que realizar una salvedad; porque nuestra suerte según la tradición popular, depende en gran medida del color de ropa que tengamos.
Uno de los colores más elegidos para año nuevo es el blanco, que simboliza la paz, la armonía y la pureza. Para aquellos que quieren empezar el año con nuevas energías. Asimismo, el color verde representa la esperanza para esta nueva etapa. Para otros que buscan innovar, apostar a algo nuevo, está el color plateado. Aquellos que quieren tener dinero y suerte pueden optan el amarillo.
Creencias de fin de año para viajeros
La pandemia también afectó a los viajeros, ya que a causa de las restricciones a nivel nacional, los argentinos no pudieron viajar. No obstante, fue una buena oportunidad para explorar atractivos locales, así durante el contexto pandémico, apostó al turismo local y muchos misioneros (re)descubrieron los múltiples atractivos que tiene nuestra provincia.
Por otra parte ¿será el 2021 un año favorable para viajar? Es una pregunta que más de una persona con Síndrome de Wanderlust se habrá realizado. Todavía no sabemos, pero existe una práctica que puede realizar algún viajero. Esta consiste en tomar una maleta y recorrer toda la cuadra. Dicen que mientras más se recorra con la maleta, más lejos se viajará el año entrante.
Creer o reventar: lo importante es compartir
Es importante destacar el momento particular de dicha celebración, y más teniendo en cuenta el desarrollo del presente año marcado sin duda alguna por la pandemia. Lo cual hace que dicho evento sea más relevante para los Misioneros y para el resto del mundo. La cena de fin de año es un momento ideal para compartir con los seres queridos y llevar a la práctica las distintas tradiciones que; como observamos, también tienen una conexión con Italia. Lo destacable es que con el paso del tiempo, las tradiciones y creencias populares se mantienen como también la cena, el brindis, y las esperanzas de cada persona.
