El cielo representó desde los inicios un objeto de curiosidad para los seres humanos. A raíz de estos interrogantes, científicos, astrónomos, matemáticos, físicos, entre otros, miraron hacia arriba en busca de respuestas. Galileo Galilei fue uno de ellos y por esta razón, un 7 de enero de 1610 observó las lunas de Júpiter por primera vez con su telescopio. A las que denominó “Estrellas Medíceas” en honor a los Médici, quienes eran sus benefactores.
Galileo Galilei y la observación de los astros
Galileo Galilei fue un astrónomo toscano cuya vida transcurrió durante el siglo XVI y XVII. Como hombre de su tiempo, el Renacimiento, formó parte de la revolución científica y se interesó por otras disciplinas (la música, la pintura y la literatura). No obstante, en una situación que sucede usualmente a los pioneros, no todos sus descubrimientos fueron bien recibidos y/o aceptados. Aunque actualmente se lo conoce como el “padre de la astronomía moderna”.
Galileo, en aquel 7 de enero hace 412 años, fue el primero en descubrir un cuerpo del sistema solar no observable a simple vista. En un primer momento, consideró que aquellas figuras eran tres estrellas ubicadas frente a Júpiter. No obstante, en una segunda observación pasada menos de una semana, pudo registrar que aquellas habían cambiado de lugar y en realidad eran cuatro. El primer nombre que le otorgó los satélites provino de integrantes de la familia Médicis: Cosme el mayor, Cosme el menor, María y Catalina.
Actualmente siguen siendo los “satélites galileanos”, pero sus nombres fueron renovados por Ganímedes, Calisto, Ío y Europa. Esta observación fue más adelante una de las pruebas para proponer el heliocentrismo. Es decir, el modelo astronómico donde los planetas giran alrededor del sol. En contraposición al modelo defendido hasta ese entonces, el geocentrismo o la Tierra como centro del universo. Cuestión que le traería graves conflictos con la Iglesia Católica.
Los astros en el cine posmoderno
Más de 400 años después, el universo, los astros y el cielo siguen representando un infinito desconocido y no carente de conflictos. Esto se une a una comunidad científica que siglo tras siglo continúa recibiendo críticas en torno a sus descubrimientos. Por lo cual, la película estrenada durante los últimos días del 2021, en la plataforma Netflix, representa una parodia acertada de la vulnerabilidad humana. Se trata de “No mires arriba” o “Don’t Look Up” en su idioma original.
La trama principal recoge a dos astrónomos desesperados por informar sobre el hecho de que un meteorito de 9 kilómetros que se dirige hacia la tierra. La urgencia de la situación recae en que este, casi con certeza, va a terminar con la vida humana. No obstante, en el debate por la mejor solución para el “problema” ingresan intereses políticos, sociales y personales. Aunque esta filmografía puede ser metáfora de muchos otros conflictos mundiales (medio ambiente o enfermedades), no está por fuera del paralelismo con Galileo Galilei.
Por ejemplo, tras la sentencia por la publicación de “Diálogos” e Galilei, tuvo que negar en 1633 las pruebas presentadas en torno al heliocentrismo y someterse a prisión domiciliaria. No importa cuánta verdad y pruebas fehacientes haya detrás de los hechos, si incomoda al público, hay que cambiarlo.
Viendo hacia arriba desde nuestro contexto
Ciertamente, en nuestros tiempos, tenemos más opciones para estudiar el universo. A pesar de que este nos siga causando interrogantes, dudas y miedos. En Posadas, existe el Observatorio Astronómico de las Misiones. Disponible para su visita de lunes a viernes de 15 a 20hs. La tecnología con la cual está equipada representa al cuarto telescopio más grande del país. Desde él se pueden hacer observaciones astronómicas, fotografía y contenido científico y educativo.
Representando una situación ideal para los científicos del siglo XVII. Hoy los niños, jóvenes y adultos tienen las herramientas para observar más allá de la capacidad de sus propios ojos. Y, con mayor acceso, cuestionarse acerca del mundo.
Molto interessante!