Filósofas ha existido muchas, ¿con el debido reconocimiento? quizá aquí encontramos el meollo del asunto. Diotima di Mantinea, figura en los textos históricos como la mujer que le confió a Sócrates su elogio del amor. Platón en su famoso texto “El banquete” recupera estos datos. Pero la información es escasa y poco se sabe a la fecha sobre ella. No obstante, un grupo de filósofas italianas han adoptado este nombre para pregonar sus saberes. Dina Sartori, Sara Bigardi, Chiara Zamboni, Luisa Muraro, Wanda Tommasi, Federica Giardini y muchas más, reúnen distintos trabajos abocados a la filosofía.
El gran seminario de Diotima
Una vez al año en la Universidad de Verona en un seminario se reúnen, mujeres y hombres, estudiantes o no. De estos encuentros surgen principalmente las grandes obras de Diotima. Algunos de los temas que recuperan son el orden simbólico de la madre, la lengua materna, la autoridad femenina. Además, el saber de la experiencia, la política distinta del poder, el trabajo sobre el negativo, la filosofía como práctica y política de lo simbólico.
Este movimiento, originado en 1983, tomó como puntapié la reflexión filosófica de Luce Irigaray y la experiencia teórica y práctica de la Librería de las mujeres de Milán. Una característica definitoria es su forma de auto percibirse, no como grupos sino como relación entre mujeres. Los distintos proyectos encarados por Diotima dieron lugar a vínculos más o menos constantes. Hoy, numerosas filosofas e intelectuales se congregan para encuentros, lecciones, seminarios, libros, revistas, etc.