Fue el seis de agosto de 1994 cuando el mundo entero se sacudió con una triste noticia: Domenico Modugno, uno de los cantantes más populares de Italia en el mundo había fallecido sorpresivamente. Modugno contaba por aquel entonces con sesenta y seis años y estaba, por aquel entonces, enteramente dedicado a la actividad política. Algunos años antes, en 1984 había sufrido un ictus y eso lo había alejado de los escenarios. Desde 1987 y hasta 1992 fue parlamentario por el Partido Radical Italiano. Su otra gran pasión, la actuación, también había mitigado en los últimos años, sin embargo, mientras estuvo activo trabajó en varias películas.
Uno de los grandes hitos de su carrera se dio en sus reiteradas participaciones en el Festival de Sanremo. Su primera victoria fue en 1958 con “Nel blu dipinto di blu“, que popularmente se conoce como “Volare” y le dio a él mismo el mote de Mr. Volare, especialmente fuera de Italia. En su participación de 1959 ganó con la canción “Piove“, tres años después repitió la hazaña con “Addio, addio”, en compañía de Claudio Villa, y en 1966 ganó con “Dio, come ti amo” de la mano de Gigliola Cinquetti. En 1958, Modugno también participó en Eurovisión cantando Nel blu dipinto di blu. En aquella ocasión quedó tercero entre diez artistas. Después de aquel año, se volvió a presentar en Eurovisión en otras dos ocasiones, una en 1959 y otra 1966.
Hoy se considera que Domenico Modugno, durante sus años de carrera fue uno de los cantautores más prolíficos de Italia. No solamente grabó un centenar de canciones en italiano, sino que también algunas de sus obras están en dialecto pugliese y napolitano. En total, también participó en más de 40 películas, muchas de ellas se proyectaron en el cine, pero hubo otras tantas que lo hicieron solo en televisión. Además, su incursión en el teatro también fue exitosa porque participó en más de una decena de obras teatrales. También tuvo participaciones como conductor de programas de televisión y, a grandes rasgos, en cualquier lugar donde hubiera un escenario. Por eso, es que incursionó en la política.
Tras su sorpresiva muerte, que se dio mientras estaba en el jardín de su casa, los reconocimientos póstumos a su figura no se hicieron esperar. Uno de los más grandes fue de Eurovisión en 2005 que reconoció a “Nel blu dipinto di blu” como la mejor canción del festival. En segundo lugar, quedó “Waterloo” de ABBA.
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