Históricamente la educación no fue un derecho homogéneo dentro de la sociedad. Varios fueron los procesos que atravesó nuestro país para tener actualmente un acceso común al sistema educativo. Asimismo, que este sea laico, gratuito y obligatorio. No obstante, en este camino muchas veces se olvida que las mujeres no accedieron a la escolarización al mismo tiempo que los hombres. En nuestro país existieron figuras clave que impulsaron el acceso a la educación femenina.
El proyecto histórico de la educación femenina
En los inicios del siglo XIX, la educación en su mayoría se brindaba en el hogar. Esta estaba a cargo de los progenitores o institutrices, ya que, asistir a una institución educativa no era obligatorio. No obstante, este panorama cambió hacia el año 1850. A mitad de siglo, un porcentaje considerable de los ciudadanos jóvenes concurría a las escuelas públicas y privadas. Por este hecho, también aumentó la demanda de docentes.
En este panorama, un hecho importante para la educación sucedió en 1869. Durante este año se crea la Escuela Normal de Paraná, la primera escuela normal del país. En 1874 surgen dos más Buenos Aires, una para mujeres y otra para varones. En ese entonces, los contenidos propiciados a hombres y mujeres diferían a causa de sus “roles sociales” y la concurrencia del sexo masculino a las escuelas era predominante.
De igual forma, la docencia era una actividad especialmente masculina hasta la apertura de instituciones de formación docentes. A estas, las que las mujeres accedieron en gran número. La formación de una nueva profesión para ellas causó el primer cambio notorio en las aulas. Además, la presencia de mujeres inmigrantes (de Europa y Estados Unidos) concedió ideas innovadoras a las prácticas.
En otras carreras, las mujeres realizaron estudios superiores recién en la década de 1880. Principalmente en la Facultad de Medicina. Élida Passo fue la primera aceptada en la carrera de Medicina tras ganarle un juicio a la Facultad. Hubiera sido la primera egresada, pero falleció cuando cursaba el último año. Entonces, Cecilia Grierson se convirtió en la primera médica argentina.
Voces a favor del acceso femenino en la educación
Aunque desde una mirada ligada a la crianza de las nuevas generaciones, Belgrano defendía que las mujeres tenían que educarse y educar. Inspirado por la obra del humanista Juan Luis Vives, el prócer sostenía el derecho a la escolarización del sexo femenino. Por esta razón se ocupó de la educación de las niñas. Para ello, propició la creación de escuelas gratuitas y promovió la enseñanza del tejido y del hilado como una posible salida laboral. No obstante, sus ideales se presentaban en épocas lejanas a la implementación de las primeras escuelas mixtas.
Además, en su accionar militar, Belgrano reconoció la capacidad heroica de las mujeres. Esta actitud a favor de una cierta “igualdad” en las capacidades de ambos sexos, se vio reflejada al nombrar mujeres como capitanas de su ejército. Entre estas están: Juana Azurduy, María Remedios del Valle y Martina Silva de Gurruchaga. Quienes recién años más tarde fueron reconocidas por la historia latinoamericana. En total se cree que 120 mujeres estuvieron a su lado durante la batalla de Tucumán. Con ellas, recibió y realizó estrategias en torno a las batallas en el Alto Perú.
En Misiones: la labor de Clotilde Mercedes González
Por iniciativa de Clotilde Mercedes González de Fernández Ramos se creó la Escuela Normal Mixta de la ciudad de Posadas, Misiones. Esa iniciativa fue presentada a la Sociedad Sarmiento y aceptada por unanimidad en una Asamblea. Gestiones que tuvieron éxito el 27 de febrero de 1909, cuando el Poder Ejecutivo de la Nación expidió el decreto de fundación de la escuela.
Más adelante, sucedió lo mismo con el Colegio Nacional (data de 1917) y la Escuela de Artes y Oficios (1924), actualmente conocida como Escuela Industrial. Clotilde González también tuvo una ardua labor pedagógica, ya que, se desempeñó como maestra y profesora de piano en escuelas primarias y más tarde fue docente de Historia y Geografía en escuelas secundarias de la ciudad de Posadas.
No obstante, continuando con una labor que resuena hasta nuestros días en la educación femenina. En 1906, integró la “Comisión de la Biblioteca Escolar” de la Escuela Nº 1. Cuyas gestiones en paralelo consiguieron la creación de una Biblioteca Pública, más tarde conocida como Biblioteca Popular Posadas.
Asimismo, ya casada con Idelfonso Raimundo Fernández Ramos (escritor, investigador y corresponsal de los periódicos La Nación y La Prensa), consiguió de Francia los manuscritos de Aimé Bonpland. Estos textos contenían investigaciones realizadas en América. Los mismos fueron traducidos y donados al Museo Argentino de Ciencias Naturales en Buenos Aires.
Fueron tantas figuras las que impulsaron el desarrollo social y cultural en nuestra provincia y país. En cuanto a la educación femenina, estos nombres son recordados por permitir el acceso a un derecho que en ocasiones parecía utópico. No obstante, el empeño por ayudar, contribuir y promover instituciones educativas constituyó un ejemplo entre los obstáculos de la época.
Grazie dell’info!
Muy linda nota e importante. Gracias.