La festividad nacional de Ferragosto es ampliamente conocida en Italia. Como su nombre lo indica se celebra en el mes de agosto, el día 15. Según se sabe, es conmemorada desde los tiempos romanos del emperador Augusto, más específicamente en el siglo I a.C. Deriva del latín “Feriae Augusti”, lo que podríamos interpretar como “descanso de Augusto”.
Busquemos sus orígenes en la Antigua Roma
En aquellos tiempos, agosto era un mes especial porque terminaban muchas actividades laborales, y las personas se tomaban un descanso. Las cosechas se almacenaban en un ambiente propicio ya para más adelante, por ejemplo. Además, como esta era la época elegida para las festividades, tanto religiosas como laicas, se juntaban todas en el octavo mes del año. Así el ambiente durante estos 30 días era festivo y alegre. Muchas de ellas no hacían distinción entre los estratos sociales que existían en Roma en ese momento.
En aquel momento, y para la fecha, no podían faltar las carreras de caballos. Como la fiesta estaba relacionada al descanso de los agricultores, también sus animales hacían carreras, como bueyes, burros y mulas. Decorados con flores formando coronas.
Pero también a esta altura del año en verano concluía, y con él la época de prosperidad en los campos. Después de un arduo trabajo, Ferragosto es el momento de descansar.
Como en nuestro “San Juan“, en el Ferragosto italiano el fuego es un gran protagonista. Se realizan fogatas denominadas “falò” que intentan darle fuerzas al último trecho del verano y esperanzas para que el invierno que se avecina no sea tan crudo, que se contagie del calor del falò.
¿Qué significa ahora el ferragosto?
La fecha coincide con la conmemoración de los católicos de la asunción de la Virgen María. Así que suelen solaparse los eventos. En Italia las plazas tienen mucha concurrencia de personas por la cantidad de ferias que exponen productos ese día. También muchas familias están iniciando sus vacaciones o en medio de ellas, así que lo celebran entre parientes.
En algunos pueblos se celebra con fuegos artificiales, intercambio de regalos como en la época romana, y mucho jolgorio. Además del mítico falò.
PhotoCredit: licencia CC BY 2.0 .
En los pueblos también se acostumbra que la noche previa a Ferragosto, e incluso durante ese mismo día se realizan procesiones. Los creyentes van a misa, demuestran su devoción y fe, tanto como a la Asunción de la Virgen María, como al Ferragosto.
Diez días antes es la Noche de San Lorenzo, así que durante cinco días las fiestas se mezclan y el ambiente es propicio para la alegría.
PhotoCredit: LICENCIA CC BY-NC-SA 2.0 .
Así es como los italianos disfrutan del ferragosto. Visitando playas cercanas, reuniéndose con amigos, y viviendo el dolce far niente. Se acostumbra viajar y celebrarlo en familia, sobre todo al aire libre. Para disfrutar los últimos días del verano. En un año como éste, con coronavirus, distanciamiento, alcohol y barbijos, se necesita un auténtico descanso. Augusto lo querría así. Pero sigamos haciéndolo con responsabilidad y los cuidados necesarios.
