La noche del viernes 22 de julio, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de Posadas, se inundó del emblemático aroma de la bagna cauda y resonó dentro suyo el llamado a la mesa: “tutti a tavola amici!”. Así se dio inicio al taller de cocina participativa “A Tavola“ organizado por itMisiones, Ítalo Gestoría y la Sociedad Italiana posadeña. En esta nota te contamos cómo transcurrió la noche entre ajo y risas.
Bagna cauda para y por todos
“Muchas manos en un plato hacen muchos garabatos” dicen por ahí. Pero esta vez fue la excepción porque en la cocina de esta institución ítalo-misionera, las manos curiosas, predispuestas y generosas supieron cocinar una bagna cauda con el sabor de la alegría. Fueron 15 los inscriptos a este primer taller, todos en el corazón de la Sociedad Italiana escuchando atentamente las explicaciones de Sergio Bortolotti, el trasmisor de una receta heredada de generación en generación. Bajo su atenta mirada se pelaron muchos ajos y se respondieron algunas dudas. Por supuesto hubo lugar para el anecdotario italiano, siempre el recuerdo de alguna nonna en la cocina es bien recibido y compartido entre todos.
En palabras de Sergio: “es un honor que me hayan convocado en este taller, especialmente con un plato que disfruto hacer, ya que reúne a toda mi familia alrededor de la mesa. Una alegría poder compartir estos conocimientos. Una experiencia sin duda enriquecedora para todos los que participamos. Espero que todos se animen a hacerla y a cocinar para sus seres queridos”.
Los resultados de la bagna cauda
Dos de las organizadoras del evento, Pamela Gurzi y Antonella Bortolotti coincidieron en el éxito del taller, Bortolotti aseguró sentirse feliz ante estos resultados y confesó que esta primera experiencia fue para el equipo como una “prueba piloto” que resultó positiva, lo que habilitaría otros vuelos de igual importancia: “tuvimos gran convocatoria, lo que nos confirma el interés en la cultura y tradiciones italianas que hay en la comunidad misionera. Este encuentro evidenció la necesidad de reunirse y compartir con otros tanos. Agradezco desde ya el acompañamiento de la Sociedad Italiana, y esperamos seguir trabajando juntos por la italianidad”.
Por su lado, Gurzi dijo: “fue la primera vez que participo de una actividad en la Sociedad Italiana, realmente disfruté mucho, deseo prospere y hagamos más encuentros. Se creó un ambiente familiar entre todos nos unía ese llamado A tavola“. Pamela Gurzi es descendiente de italianos, de hecho, su padre Giovanni Gurzi, carpintero e italiano vero, hizo el mástil de madera que portó la tricolore en la tavola del taller. “Al principio algunos estaban tímidos pero enseguida hubo entusiasmo en poner manos a la obra, con un poquito de música y rico vino de por medio. Además de aprender y compartir, hubo mucha charla. Y todos encontrábamos algo en común que hacemos con nuestras familias, tradiciones, nos reconocimos al instante sin conocernos, fue un mimo al corazón“, relató Pamela. Y adelantó que, ante la pregunta de los presentes, se confirmaron próximos encuentros mensuales.
La calidez de la cocina italiana
Andrea Biscaldi se inscribió al taller junto a su hija Emma de 6 años y su madre Nilda Barrientos, así que estas tres generaciones de descendientes de italianos pusieron manos a la obra en la cocina. En diálogo con itMisiones, Andrea contó: “fue una experiencia linda, un grupo muy cálido. Es la primera vez que formamos parte de un evento así. Mi hija fue la participante más joven, salió tan contenta, le gustó mucho. Queremos seguir participando de estos talleres, sumando a mi papá y mis hermanos.¡Esperaremos ansiosas!”.
El momento cúlmine había llegado, entre aplausos aparecieron las ollas de bronce con oro dentro, era la bagna cauda que todavía tenía borbotones. Sobre la larga mesa estaban las verduras, pasta y por supuesto pan, que esperaban para sumergirse en esa creación colectiva. La noche finalizaba con brindis y discursos.
