“Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto. Es imposible nombrarlos a todos”. Esas fueron las primeras líneas de la ultimas palabras con las que el legendario compositor Ennio Morricone se despidió del mundo. Hoy, 6 de julio se cumplen dos años de su muerte. La fecha merece recordar y repasar las obras del maestro que ha dejado en sus bandas sonoras un trazo de su alma inmortal en el mundo de la música y del cine.
Morricone, el genio que se fue sin querer molestar
A los 91 años de edad falleció Ennio Morricone en el hospital policlínico de la Universidad Campus Biomédico, en Roma, el 6 de julio de 2020. La noticia sacudió al mundo del espectáculo, sobre todo por dejar una carta en la que se despedía de sus seguidores, amigos y familia. Ese sentido de irse sin querer “molestar”, humilde y tímido parece poco con ver una un legado que ha musicalizado con obras maestras un medio millar de filmes.
El musicó nació en Roma en 1928, mayor de cinco hermanos e hijo de un trompetista y de una ama de casa. De acuerdo al diario español La Vanguardia compositor “empezó a tocar la trompeta desde muy jovencito, un instrumento que ya tocaba su padre, y compuso su primera obra a la tierna edad de seis años, creó su música pensando en las historias y nunca cayó en el equívoco del cine convertido en una sala de baile”.
El italiano que le dio sonido al western
Según el mencionado diario español, se formó en todas las especialidades de la composición musical. Su debut cinematográfico llegó para 1961 cuando compuso la banda sonora del largometraje El federal de Luciano Salce. Con el paso del tiempo se consolido en el panorama internacional por ser el compositor de música de icónicas películas spaghetti western de Sergio Leone, como Por un puñado de dólares y El bueno, el feo y el malo.
No es alocado decir que los filmes de Leone no tendrían el mismo impacto cultural sin la musicalización de Morricone. Es más, es tan fuerte su arraigo en la cultura popular que hoy en día es casi imposible no haber escuchado alguna parte la partitura de estas películas sin la necesidad de haberlas visto. Un sonido que evoca la aventura, desierto y peligro del medio oeste americano.
El paso de Morricone por icónicas películas y el esquivo Oscar
El compositor romano conto con una prolífica carrera cinematográfica, con composiciones hoy consideradas legendarias para más de quinientas producciones de cine y series de tv. Entre sus participaciones más destacadas se encuentras en producciones como La misión (1986), Cinema Paradiso (1988), Frenético (1988), Bugsy (1991), Malèna (2000) y El hombre de las estrellas (1995), entre cientos más.
A lo largo de su trayectoria, iniciada en 1946, recibió cientos de galardones de todo tipo de instituciones musicales y cinematográficas, desde honores civiles a reconocimientos a manos de reyes. Sin embargo, a pesar de su destacada obra, los Oscar siempre se le resistieron en más de cinco nominaciones. Finalmente, recibió un Oscar honorifico en 2007 pero recién gano uno en competencia por su participación en la banda sonora de “Los ocho más odiados”. Además, a lo largo de su vida, según Net1News, llegó a vender más de 70 millones de discos.
A un año de su partida el cine aun lo llora. Extraña a un hombre que al aceptar el Premio de la Princesa de Asturias a las Artes en 2020 expresó “he elegido escribir música como una forma de comunicación. La música, de hecho, sin que haya nadie que la escuche, no tiene sentido”. Sin dudas, el dio sentido al celuloide con su música. Sin dudas le dio emoción, la tristeza, la añoranza, el peligro hecho música en cientos de obras cinematográficas. Cuando escuches el típico sonido de la ocarina y coyote aullando seguro te transportara a una cabalgata a lo cowboy por el medio oeste americano. Sin dudas que Morricone te llevo ahí.
Un genio