Ya lo decía el poeta Ramón Ayala: qué tienes mi tierra roja, que a todas parte te llevo. Que por mas que ande caminos, me sigues con tu misterio. Qué tienes mi tierra roja, con tus noches embrujadas, tus gurises, tus mujeres. Cerro Azul y Candelaria. Y el grito de los hacheros. Brotando por las picadas. Qué tienes tierra roja, que me va doliendo el alma… (fragmento de “Posadeña linda“).
Tiñe hasta el alma
Hay quienes dicen que la tierra misionera es imposible, porque “encarde” toda la ropa y hasta la piel. Encardir, para quien no lo sabe, es la característica propia de la tierra de Misiones, consiste en teñir sin la voluntad de uno, todo aquello que el suelo misionero toque, cambiando irremediablemente los colores originales. Cuando los que viven en Misiones se van a otras provincias u otros países, comentan que en esos lugares “el banco es diferente”, porque tiene la ausencia de la coloración que le da nuestro suelo a todo lo que en él habita.
Esta característica que para algunos es un problema, para Victoria Yoguel, creadora de Tintatierra, fue una oportunidad.
Tintatierra, el ingenio colorado
Victoria tiene 36 años, nació en Buenos Aires, es diseñadora textil. Trabajó en en Instituto de Tecnología Industrial (INTI), como becaria de investigación de nuevas aplicaciones para la fibra de lana a partir del diseño sustentable. Su camino siempre estuvo marcado por la sustentabilidad. Cuenta que en su adolescencia ya tenía un emprendimiento relacionado al reciclaje y a la indumentaria. Estudió los usos de los tintes naturales, pensando en la ecología. “Me gusta como método de trabajo tomar esos aspectos que la sociedad rechaza y ponerlos en valor, es una de mis formas de diseñar” nos comenta mientras explica que una vez diseñó un mantel que ya incluía las manchas.
En su primera visita a la tierra colorada se llevó de regreso una bolsa con un poco de nuestro suelo para experimentar en tejidos y aprovechar la capacidad tintoria que le otorga el material. Asegura que le encanta su color y que la tierra es un signo muy complejo porque genera amor y odio, una lucha cotidiana contra las manchas.
“Hace cuatro años me vine a vivir a Misiones. Fue un cambio de vida. Me fui a Oberá”, así Victoria se fue acostumbrando a la vida en Misiones. Supo amalgamarse entre la selva y la tierra. Supo crear con lo que la rodeaba. “Me pareció que la tierra es un gran material para trabajar, como pigmento, en textiles y papeles” dice Victoria. Continuando con esta linea de investigación, estampas y experimentos surgió Tintatierra, un proyecto donde la coloración de nuestro suelo es el protagonista y las estampas de la flora misionera embellecen los productos.
Pigmentos de Tintatierra
Victoria Yoguel nos cuenta que su inspiración nació a partir de lo técnico, porque está muy interesada en la transformación de los materiales y los diferentes usos que se le pueden dar, “ver cómo mancha todo, y cómo deja su huella por todos lados es alucinante. La belleza del color, de Misiones, Tintatierra sintetiza eso“.Victoria también trabaja con pigmentos de la Yerba Mate, el polvo productivo le es donado por diferentes empresas yerbatertas. Para el soporte de su arte eligió telas producidas en la región, en Chaco existe una cooperativa textil que le brinda el material que ella estaba buscando, la pieza que faltaba, dice.
Entre las opciones que ofrece Tintatierra hay remeras, chalinas, entre otras prendas de vestir, también accesorios y artículos de decoración como manteles o individuales.
Actualmente Tintatierra también realiza talleres y capacitaciones para interesados en aprender este arte.
Pasado que abona el presente
Los inmigrantes han dejado huellas, surcos y caminos por todos lados, incluyendo las almas y las memorias de sus descendientes. Victoria no es la excepción, recuerda a sus abuelos y nos cuenta “ésto tiene que ver con mis orígenes. Mi abuela era paraguaya y mi abuelo era ucraniano pero criado en Chaco. Con ellos yo tenía una relación muy fuerte, siempre me apoyaron un montón en todos mis proyectos. Compartíamos la filosofía de vida y un montón de cosas más” dice la diseñadora motivada por la añoranza. Entre sus recuerdos de la infancia surge su abuela “ella me contaba de Paraguay, sus memorias de la colonia, y aunque muchas cosas no le gustaron, la naturaleza sí. Ella me transmitió un montón, muy exuberante”
Tintatierra asegura Victoria que tiene que ver con su abuela y el algodón chaqueño a su abuelo que era cosechador. “Una parte ancestral que forma parte del proyecto, es la identidad. Lo foráneo, no soy de acá pero al mismo tiempo hay algo que me trajo y que tiene que ver con mis abuelos”
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