La capital nacional de los inmigrantes tiene cientos de miles de historias con barcos y valijas, sueños y desgracias, emprendimientos y forjadores. Así se enmarca la vida del “Hotel Oberá”, un muy memorado hospedaje que supo colaborar con el pujante crecimiento de la capital del monte. Y junto con él, la historia sus fundadores, la familia Mancini, que viene desde Roma y se arraiga finalmente en Oberá.
La buona fortuna y los Mancini
Marcos Ramírez Bárbaro, bisnieto de Robespierre Mancini, contó a itMisiones la historia de su bisnonno: “Se llamaba Robespierre Coreolano Mancini y era de Roma. Su mamá era de la realeza, nobles romanos. Vivían en la Via Appia. Pero en la guerra cayeron en desgracia, porque no eran partidarios del fascismo, entonces tuvieron que irse. Perdieron todas sus cosas y tuvieron que irse”. Así comenzaba la historia de Robespierre, a quien su bisnieto Marcos, describió positivamente como un “buscavida”, porque aparentemente, tuvo varios golpes de buena suerte.
Robespierre era geólogo pero también un entendido en otras áreas relacionadas, lo que le facilitó conseguir trabajo en varios puntos del país. Mancini llegó a nuestro país con su esposa Magdalena. Fruto del matrimonio nació en tierra argentina Mario, su primogénito. Llegaron a Argentina en el año 1916 en la embarcación “Principessa Mafalda”. Barco que una década después sería protagonista de una resonada tragedia. Al año y medio del nacimiento de su primer hijo, su esposa fallece y el continúa su recorrido por las tierras australes con Mario.
“Como Argentina estaba en plena expansión el tema petrolero, entonces mi bisnonno, se fue Comodoro Rivadavia. En su recorrido por el país conoce a mi bisnonna, que vivía en Entre Ríos, Josefa Figueiras Maciel, era portuguesa y se van juntos al sur”. Otra vez en Comodoro, Josefa y Robespierre tienen 4 hijos más: Manuela, Rubí, Carolina, quien sería la abuela de nuestro entrevistado y Diadema Argentina.
De una punta a la otra
“Mi bisnonno había conseguido trabajo en Obras Sanitarias, de Nación, entonces viajaba mucho. Hacía las instalaciones de agua. En uno de esos viajes conoció Santa Ana, en Misiones y le gustó. Compró una chacra y trajo todo para acá, vino con su familia. Pero él nunca se quedaba quieto, viajaba por todos lados. Y quedaron en Santa Ana su esposa y sus hija”. Así, contó nuestro entrevistado Marcos Ramírez Bárbaro, que los Mancini llegaron a Misiones en 1940.
Un momento crucial para la familia Mancini fue cuando Robespierre ganó el “gordo de navidad” (es el premio mayor de la lotería unificada) “Vende todo y saca la lotería, porque encima de todo, tenía suerte”, contó el bisnieto de Robespierre entre risas. Así surgió la idea de hacer el “Hotel Oberá”, teniendo una inversión inicial ofrecida por la suerte y el azar: “Compró una propiedad, fundó el primer hotel de Oberá. Estaba sobre la avenida Sarmiento” aseguró Ramírez Bárbaro.
Hotel Oberá
Muchos fueron los italianos que supieron alzar emprendimientos en la capital del monte: la heladería de los Altieri, la orfebrería de Multineddu, la Casa Italiana de los Morchio, entre otros que permanecen en el recuerdo de los obereños. Así también sucede con el primer hotel que tuvo aquella pujante ciudad, el “Hotel Oberá”, fundado por los Mancini tras su golpe de suerte.
Este establecimiento fue, en muchas oportunidades, el centro de los eventos importantes y hasta aristocráticos que tuvo la ciudad. En él se brindaron cenas, se celebraron cumpleaños, aniversarios, reuniones. Aportó incansablemente al crecimiento de Oberá, al albergar a todos los turistas que llegaran a esta parte de la tierra colorada.
Toda la familia Mancini trabajaba en él, incluso sus hijas cuando comenzaron su juventud: “Mi nonna Carolina era cocinera ahí con sus hermanas, por eso ella tenía tan buena mano para la cocina”, recordaba Marcos. El hotel continuó también recibiendo a los descendientes de la familia: “Incluso mi mamá y mi papá se casaron en 1980 hicieron su fiesta en ese hotel”, aseguró nuestro entrevistado.
Foto de portada: extraída del grupo de Facebook “Oberá del Ayer”. Autora: Mónica Rodríguez.
Gran historia. Muy linda nota.
Muy buen aporte a la historia de mi querida ciudad de Oberá
Muchas gracias Anibal!