Camino lector: literatura al alcance de los celulares

Recorriendo las plazas céntricas de la ciudad de Posadas; nos encuentra un camino lector, con diversos autores y a la espera de ser leídos. Es que los senderos que tiene la plaza San Martín están minados de códigos QR, mediante los que se accede a literatura de todo tipo: novelas, cuentos y microrrelatos de diversos autores misioneros.
Esta iniciativa es un grano de arena más para poner la lectura en manos de toda la población curiosa que seguramente se tomará unos segundos para analizar ese misterio en forma de código.

La evolución del camino lector

Estos códigos se presentan en forma de camino, a través del cual poder descubrir paso a paso nuestros gustos literarios. Reflejando, de alguna manera, los cambios que sufrió la práctica a través de los siglos. Haciendo un poco de historia, un estilo de lectura similar al que conocemos hoy en día, tuvo sus inicios durante el siglo XV y la explosión del hábito lector se dio bien iniciado el siglo XVIII.
A partir de esta época, los libros dejaron de ser un objeto exótico en los hogares para sufrir la masificación de su producción y consumo. De esta manera se inició una era de intimidad con respecto a lo que leemos que se extiende hasta estos tiempos. Esa lectura silenciosa también tomó varios rumbos si se piensa en los dispositivos. Los lectores fueron saltando en primer lugar de las bibliotecas, a las librerías y por último a los formatos de pdf y epub.

Actualmente los adolescentes y jóvenes adultos son nativos digitales. Lo que hace que, estas nuevas redes de comunicación sea constante la interacción entre lectura de texto e imagen. Esto no debe perder la riqueza que desprende del género literario. Estos incentivos deben partir y acostumbrarse a los nuevos formatos de intercomunicación.
El alcance público abre las posibilidades a lectores que quizás antes no habían tenido la oportunidad de encontrarse con “un buen libro”.

¿Qué encontramos siguiendo estas huellas literarias?

Estos autores que se quedaron plasmados en el suelo misionero (literalmente). Y en una especie de pasillo que enmarca en el fondo la imagen del prócer latinoamericano, San Martín; se despliegan títulos y autores para todos los gustos. Desde cuentos infantiles hasta historias de terror, con escritores que resuenan del canon provincial y otros incipientes artistas que quieren hacerse un lugar en la literatura.

Entre los títulos de esta selección encontramos: “En busca de un amigo” de Fernando Müller, “36 años luz” de Nadia Mazur, “Revancha” de Julio César Ramírez, “Diez poesías sueltas” de Renata cuya supuesta autora no nos da otra pista de identidad o “Andrés vuelve (o La risa bárbara)” de Osvaldo Mazal.
Junto a ellos, “La gallina degollada” de Horacio Quiroga, “Río abajo” de Lucas Martín Baez, “Sierra del imán” de Carlos Manuel Freaza, “Desde el umbral y otros relatos” de César Batista y “Enamorándome con cáncer” de Ana Barchuk de Rodríguez.

Un proyecto cultural

En otro cartel aparece un nuevo código QR; este permite hacer un recorrido en la página de Posadas Patrimonial, y acercarse a la memoria de la Plaza San Martín. Este hipertexto, muy adecuado a los tiempos que corren; incluye una galería de imágenes (del pasado y el presente), un podcast y un mapa con las postas de dicha plaza.
Los encargados de organizarla son los miembros de la “Biblioteca 2 de abril”, con motivo de su 5to aniversario. Dicho proyecto comenzó en la costanera de la capital misionera y cada 60 días irán cambiando las obras.