El periodo jesuítico guaraní en nuestra región (1609 – 1767) ha dado muestra de un gran manejo económico, artístico y cultural. Un notorio ejemplo es que en territorio de las misiones jesuíticas funcionó la primera imprenta de Sudamérica. Un hecho pionero que sucedió en la tierra colorada y hoy te lo contamos en itMisiones.
La imprenta misionera, la primera en Sudamérica
De acuerdo a la Revista “IHS. Antiguos Jesuitas en Iberoamérica” la primera imprenta en territorio rioplatense fue la de las misiones guaraníes, que funcionó indistintamente en Loreto, Santa María la Mayor y San Francisco Javier. Según los registros, el primer pedido a Europa se realizó en la Congregación de 1630.
En ese tiempo, los libros que venían a América se imprimían en Europa y en las reducciones se hacían varias copias. Finalmente, el imprentero vienés Juan Bautista Newman llegó y los guaraníes pudieron armar la imprenta. A partir de ese momento, se publicaron libros religiosos en castellano y guaraní. Específicamente, según Cervantes Virtual, las producciones de la imprenta de las Misiones abarcan los años transcurridos entre los de 1705 a 1727. No se conoce libro alguno impreso con posterioridad a esa última fecha.
Foto cortesía de Carolina Gross
Los incunables guaraníticos
Se denomina “incunables” a los libros publicados por las primeras imprentas en el siglo XVI. En ese aspecto, se los considera como “incunables guaraníticos”, en base a lo publicado por el Arcón de la Historia, los producidos por la imprenta de Loreto que publicó unos 23 en tiradas que no superaban los 100 ejemplares. Actualmente, solo se conservan de ochos títulos de estos primeros ejemplares.
La primera obra que se imprimió en el Río de la Plata, salió de los talleres jesuitas en 1700 y se llamaba “Martirologio Romano». Le siguieron luego “Flos Sanctorum” de Rivadeneira y la “De la diferencia entre lo temporal y lo eterno” de Nieremberg, ilustrado este último con hermosas xilografías. También fueron publicadas dos obras del padre Antonio Ruíz de Montoya conocidas como “Vocabulario de la lengua guaraní” y del “Arte de la lengua guaraní”. Tales libros del padre Montoya se destacan como una muestra de respeto hacia el pueblo guaraní, ya que las obras estaban destinadas a facilitar la comunicación diaria y las relaciones con ellos.
El artículo “Memoria tipográfica” de Pablo Cosgaya da cuenta que los ejemplares sobrevivientes se pueden encontrar en los archivos de la Biblioteca Nacional y la Biblioteca del Colegio del Salvador en Buenos Aires, el Complejo Museográfico Enrique Udaondo de Luján, la Biblioteca del Colegio Máximo en San Miguel, la Biblioteca Mayor de la Universidad Nacional de Córdoba y la Biblioteca del Convento de San Carlos en San Lorenzo.
El valor de la imprenta
La historiadora Antonella Rizzo, en su artículo “La importancia de las imprentas en las misiones guaraníes”, reconoce que es indudable que los Padres Jesuitas comprendieron la importancia que en su obra evangelizadora en la zona. Sobre todo porque daba reconocimiento a la lengua guaraní, y la respetaron, aprendieron y dominaron hasta el punto de imprimir, en la Imprenta de las Reducciones, cartecillas, catecismos, diccionarios en esa lengua para la enseñanza religiosa y apoyo didáctico a los maestros.
Lamentablemente, para 1727 la falta de materia prima, sobre todo de papel, marco el fin de la imprenta misionera. Hoy solo hay pocos archivos históricos que dan fe de la presencia de este avance en la región, pero sin dudas en un ejemplo valioso de una etapa significativa para la historia argentina y la provincia de Misiones. Actualmente, en la Misión Jesuítica de Santa María la Mayor se puede visitar una réplica de la imprenta para conocer mejor la historia detrás de un hecho que marco el paso de los jesuitas por la tierra colorada.
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