El té es una infusión mundialmente conocida. En Misiones, lo producimos en abundancia por eso, en esta nota explicaremos cómo elaborar tu propio té. Dado que en nuestra provincia el clima es propicio para su cultivo, no faltarán ejemplares de Camellia Sinensis.
Camellia Sinensis: la planta del té
En Misiones la afición por la producción y el consumo de té nos caracteriza desde hace años. Hoy en día compartimos con Corrientes el podio de la producción teálera dentro del país. Aquí, se plantan hectáreas enteras de Camellia sinensis. Cuando estas crecen, más o menos, hasta alcanzar el medio metro, pueden ser podadas.
La poda se puede realizar manualmente o con grandes maquinarias preparadas exclusivamente para este fin. Sin embargo, si se desea preparar unas cuantas tazas de té orgánico, no se necesitan mucho más que varias hojas y brotes frescos.
El secreto del té esta en cosechar las hojas más nuevas. Por lo general la poda debe realizarse en horarios vespertinos o ya entrada la noche. De esta forma, las pequeñas y tiernas hojas no resienten el efecto del sol. Generalmente este consejo aplica para la estación de verano en la cual se lleva a cabo la cosecha.
Diferentes colores y sabores
Si bien los misioneros solemos beberlo negro, lo cierto es que, existen distintas formas de prepararlo y consumirlo. Una de ellas es el té blanco; se realiza con los brotes más pequeños –incluso antes de que la hoja se abra-. Se los coloca en agua caliente por un lapso de 1 a 2 minutos y ya está listo. Posee un sabor muy suave.
Té amarillo; en este caso, es necesario que las hojas comiencen a marchitarse y se tornen amarillas. Se las deja reposar en agua caliente por un par de minutos. Esta forma de consumirlo es muy popular en china.
Té verde; para el mismo se necesita trabajar sobre la hoja, se debe frotar suavemente generando pequeñas magulladuras. Esto es lo que se denomina “enrollado”. Así al poner las hojas en agua caliente sin dejar que la misma alcance hervor, por apenas un par de minutos.
Té azul u Oolong; se logra secando las hojas al sol por un período de tiempo considerable. Es decir, se lo retira del sol cuando comienza a notarse el cambio de tonalidad. Posee importante propiedades antioxidantes.
Té negro; los brotes son sometidos al sol por varios días. O bien, puedes acelerar el proceso colocándolas en el horno a 100º C. hasta que notes que las hojas cambian de color y comienzan a tostarse. El efecto es el mismo. Resta poner las hojas en agua a punto de ebullición por unos 3 minutos.
Té rojo: se siguen los mismos pasos que en el caso anterior, pero se deja a las hojas estacionarse tras el proceso de secado. Cuanto más tiempo pasa más intenso es el sabor. Para prepararlo también debe hervirse las hojas por 3 minutos aproximadamente.
Los italianos y el té
Los italianos prefieren el café. No hay discusión al respecto. No obstante, en los últimos años se ha visto un singular crecimiento en el interés de los italianos por esta infusión. Su predilección apunta a beberlo en sus primeras fases; verde o amarillo. En este caso podemos reconocer la poderosa influencia del marketing sobre los beneficios para la salud asociados a esta infusión.
Culturalmente para los italianos las infusiones de Camellia Sinensias se relaciona con un estado de enfermedad. Esto se debe en gran medida a que se suele nombrar erróneamente a todas las infusiones medicinales como tés.
Ahora bien, dado el buen paladar italiano, no han podido resistirse a ciertas combinaciones. Así, gustan más las preparaciones que incluyen limón. Aunque también se lo consume con miel, leche, jengibre, frutos de diferentes procedencias y hierbas varias.
