Este poblado, se encuentra en el Oeste italiano, muy próximo a Francia. Desde sus cimas es posible ver Italia, Francia, Mónaco y la costa del mar. Seborga, un principado independiente, asegura desde su Statuti Generaldi ser independiente. Algo similar a la Ciudad del Vaticano o bien San Marino. Valga la salvedad de que estos dos últimos cuentan con el respaldo de la República Italiana, a diferencia del primero. Pero, entonces ¿qué hace especial a Seborga? y ¿por qué afirma ser un Estado que no depende de Italia?
Seborga y su principado
De acuerdo a la página oficial del Principato di Seborga, este pequeño pueblo en 954 se declaró como un Estado independiente. En 1079 se convirtió en un principado independiente dentro del Sacro Imperio Romano. En 1729 sucede el gran punto de inflexión. Se cree que este territorio fue vendido por los monjes Lerinos a los Saboya, quienes ostentaban su dominio en varios territorios aledaños.
No obstante, lo cierto es que no hay documentos probatorios y los Saboya tampoco efectuaron el pago correspondiente. Además alegan, en su página oficial, que: “La escritura de venta se refería a la simple posesión de los territorios de Seborga y no a la soberanía sobre los mismos”. Entonces en 1861 los distintos territorios -incluyendo el de los Saboya- se unificaron en el reinado italiano. Pero ¿qué pasa con Seborga? Este lapsus histórico ha inspirado el reclamo de independencia, la cual afirman, jamás haber perdido.
Un reclamo reciente
En 1960 Giorgio Carbone, relee los antecedentes históricos de este pequeño poblado. Al toparse con los datos ya mencionados decide iniciar una campaña de reconocimiento. Así surge el Principado de Seborga, con Giorgio Carbone como príncipe electo. Giorgio I reinó desde 1963 hasta 2009 año de su muerte. Los demás príncipes electos no presidieron tantos años en el poder, sino que se plantearon cargos de menor duración. Marcello I ejerció como príncipe desde 2009 hasta 2019 y Nina (a secas) quien fuera la ex esposa de Marcello I, lo ostenta hasta la fecha. Su mandato concluiría en 2026.
Los príncipes electos se han encargado de promover la idea de un país independiente. Han enarbolado fervientes discursos y cuentan con el apoyo colectivo. Se volvieron promotores de este reclamo y anidan la esperanza de convertirse en un nuevo “Mónaco”.
¿Cómo es Seborga? Un contrapunto con Misiones
Este principado es en realidad un pequeño pueblo con apenas 300 habitantes (aproximadamente). Si lo comparamos con Misiones, que en el censo de 2022 arrojo 1.280.960 habitantes, notamos la diferencia. Incluso es abismal respecto del municipio con menos habitantes, Concepción con 10.139.
La economía de Seborga se basa en el cultivo de flores y la recolección de aceitunas, una práctica muy extendida en esa región. Tiene en común con Misiones su interés en el turismo. Aunque en la tierra roja la economía apunta en múltiples direcciones. Además, los Seborginos, tienen su propia moneda, el Luigino, que se emplea para el comercio interno. Poseen una bandera, un escudo, himno, sellos, pasos fronterizos, etc.
Sin embargo, en contrapunto a todo lo anterior, Seborga no emplea confrontaciones bélicas o reclamos internacionales. Su reproche ¿Podría ser una mera estrategia publicitaria? Por lo pronto, el Tribunal Constitucional italiano como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han rechazado la iniciativa de Seborga.
